Para incentivar la adquisición de vivienda, el gobierno y algunas cajas de compensación, han generado ayudas que facilitan el pago de algunos inmuebles, en ocasiones con aportes de dinero para ser empleados en la cuota inicial y otros que reducen considerablemente el porcentaje de interés para el pago del saldo final o financiación.

Para la adquisición de un inmueble se estipula una cuota inicial y un saldo final, el cual podrá ser cancelado con recursos propios o con un crédito hipotecario si es equivalente al 70% o menos del valor del inmueble; para los casos en que el crédito supera el 70% la figura se denominará leasing habitacional y algunas condiciones varían.

Los bancos estipulan tiempos para los créditos de 5, 10, 15 y hasta 20 años según el tipo de financiación elegida.